EDITORIAL agosto-septiembre del 2010
"La Cosmovisión Hebrea, clave para el correcto entendimiento de la Palabra de Dios, desde el Principio
La suma de tu palabra es verdad... Salmo 119:160
Es muy triste recibir reportes tanto de la iglesia hispana de Estados Unidos como de Latino América de supuestos maestros de la palabra (y la pongo en minúscula porque NO ES LA PALABRA DE DIOS), que enseñan de civilizaciones pre-adámicas, civilizaciones en el sol, y de que Adán y Eva originalmente no tenían sangre sino agua, y de otras tantas y tontas doctrinas de hombre y huecas sutilezas de Satanás que están confundiendo a creyentes y congregaciones que desconocen la verdadera PALABRA del Señor, así como de los fundamentos básicos de la hermenéutica Bíblica. Es por eso que insistimos tanto el lo tratado en el último editorial, donde quedó estipulada la veracidad de la Palabra de Dios no solo como revelada e inspirada, sino también como el caso del Pentateuco y del Apocalipsis, DICTADA por el Señor. En ella encontramos sus promesas y nuestras obligaciones, y pronto tendremos que presentarnos delante de Él para rendir cuentas de ese compromiso adquirido libremente (recomendamos ver el video “Respondiendo al llamado” en la sección de Galerías”, archivo “videos”, bajo “seminarios”). Es por esto, la importancia de creer, estudiar, analizar, meditar, y retener la Palabra en nuestra mente y corazón.
Ahora bien, para entender la Palabra, necesitamos conocer la cosmovisión hebrea, ¿por qué? analicemos. Según el diccionario, “cosmovisión es el conjunto de opiniones y creencias que conforman la imagen o concepto general del mundo que tiene una persona, época o cultura, a partir del cual interpreta su propia naturaleza y la de todo lo existente, y que lógicamente se refleja en su actitud hacia la vida” (les recomendamos leer en la sección de “Escudriñando las Escrituras”, archivo sobre la Cosmovisión Hebrea, el artículo sobre Cosmovisión).
El idioma Hebreo es el reflejo entonces de una cosmovisión, una forma de ser, pensar y actuar , y tenemos que conocer el origen de la misma. El desconocerlo o ignorarlo abre la puerta a una serie de malas interpretaciones, desviaciones, y falsas doctrinas. Ha sido muy triste para mi, dar conferencias en algunos seminarios en diferentes partes de Latino América, donde es tan grande la confusión creada por el Enemigo debido a la ignorancia de su director y de algunos profesores acerca de la Palabra, que ha provocado aún la discusión si Dios es varón o hembra, y que el “machismo” del pueblo Judío desarrolló una cosmovisión chovinista en la Biblia (Según el diccionario, chovinismo o chauvinismo es la creencia narcisista próxima a la paranoia y la mitomanía de que lo propio del país, o región, al que uno pertenece es lo mejor en cualquier aspecto). Quiero agregar que la ignorancia de estas personas con conceptos “feministas” no solo es sobre la Palabra, sino de historia y cultura general. Como ejemplo mencionamos que la nacionalidad Judía se adquiere directamente de la madre y no del padre ¿No veo dónde está el machismo Judío?
Lógicamente esa ignorancia nace del pensamiento humanista sobre la “igualdad para la mujer y la aceptación consecuente del homosexualismo”. Bueno, secularmente no me extraña este pensamiento por la ignorancia que existe sobre la Biblia y los valores absolutos de la misma; pero que supuestos creyentes, estudiando para llevar y enseñar la Palabra de Dios, caigan en cuestionar tan burda y absurdamente la misma Palabra de esa forma, es simplemente inaudito, porque la Cosmovisión Hebrea nace en el mismo Dios, Elohim (Génesis 1:1), Dios Triuno. Un Dios en Tres Personas distintas, Padre, Hijo y Espíritu Santo. ÉL se refiere a sí mismo siempre en forma masculina (Exodo15:3). Ver notas al final.
Por tanto, este concepto “feminista, más bien, chovinista” se debe primeramente a una confrontación directa a Dios, y lógicamente a la Palabra, ya sea por un completo desconocimiento e ignorancia, o una abierta rebeldía a la Palabra de Dios (Ver el editorial correspondiente a junio-julio del 2010). Segundo, por el hecho de que el pueblo escogido por Dios es levantado entre culturas politeístas donde el concepto de adoración a animales y diosas, predominaba. En ese momento aparece en escena un pueblo monoteísta (Génesis 12:2,3), sin diosas ni tramas sexuales alrededor. Esta idea feminista no es más que la consecuencia de un movimiento social humanista en contra de los valores absolutos, y en el hecho de ser la mujer un símbolo de productividad y autoridad (matriarcado) , cosmovisión totalmente humanista como es el origen de “la madre tierra” que actualmente ha resurgido aún en noticias climatológicas.
Finalmente, este movimiento de una “teología feminista” en seminarios, enarbola que Dios creó primeramente al hombre relegando a la mujer, siendo que es ésta la que da a luz. Escrito está en Génesis 2:7, 22 que Dios le dio al hombre primacía en la creación, mostrando que Él es el creador de la vida, contrario al proceso normal subsecuente a la Creación (Génesis 1:27,28) donde por el plan perfecto de Dios y Su orden, es la mujer la que da a luz al hombre. Así mismo le da la autoridad al hombre, según su plan y orden perfecto, pero en ningún momento creó a la mujer inferior a él. En Génesis 2:24 escrito está “…y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. El Señor creó varón y hembra con características diferentes según sus planes (Génesis 1:27), sin categorías ni niveles superiores o inferiores, pero sí con un orden Divino. Es interesante leer que en Romanos 5:12 escrito está “…el pecado entró en el mundo por un hombre…”. Dios culpó al hombre por el pecado, y fue a través de él que maldijo a la creación, mostrando la responsabilidad tan grande que Dios le dió al varón según su plan Divino. Desgraciadamente y para verguenza del hombre, esta posición de responsabilidad y autoridad Divina en la familia es la que la mujer está tomando en el mundo actual, con las consecuencias políticas, sociales, y morales que esto ha traído.
Es muy importante entender que las “religiones con sus mitologías de dioses y diosas” del mundo y en todas las épocas, a excepción de la judeo-cristiana, han sido fabricadas, inventadas por el hombre. Podemos recalcar esta declaración diciendo que “en las religiones es el hombre que inventa a dios; en la creencia judeo-cristiana, es Dios el que “inventa” al hombre. Este hecho motivó a declarar a Sigmund Freud, considerado el “padre del psicoanálisis”, que la ignorancia e incapacidad del hombre a entender o encontrar respuestas o explicaciones en la vida diaria, tiende a crear dioses que lo expliquen.
Esto es absolutamente verdadero en el caso de la creencia judeo-cristiana, por el hecho de que Dios es el Creador y Soberano de todo lo que nos rodea, y por lo tanto, el único con la AUTORIDAD de explicar lo inexplicable (1 Corintios 2:6:16).
El conflicto personal de Freud causado por sus experiencias religiosas como Judío en una época social de crisis antisemita, la que se está repitiendo actualmente, y la relación con sus padres (en especial su padre), lo llevó a desafiar a Dios, la Toráh, y la historia falseando como punto clave, la vida de Moisés y el propósito de Dios para con él y el pueblo Hebreo escrito en Éxodo 6:2-8. En su obra “Moisés y la religión monoteísta. Tres ensayos”, Freud es el ejemplo claro del pensamiento soberbio humanista que se levanta contra Dios. Por eso, escrito está: “Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”. 2 Cor 10:5
“Sus temores estaban fundados teniendo en cuenta el entorno en el que se planteaba. El tema de su estudio gira sobre la peculiaridad del pueblo judío: ¿Cómo se conformó este pueblo? ¿Por qué caminos estos hombres convinieron en someterse a un dios único, abandonando la "comodidad" que representaba el politeísmo, inaugurando el camino hacia la gran extensión de la religión de un Dios - Padre? ¿Quién era Moisés y cómo un solo hombre pudo influir tan drásticamente en el destino de la civilización?” (Comentario de Claudia Romero. Referencia para el Seminario del Campo Freudiano
"Subversión del sujeto y dialéctica del deseo"
Abril de 2004).
Sin embargo, ese conflicto interno de Freud nos lleva a entender o definir esa cosmovisión hebrea que, como pueblo, se origina con el pacto de Dios con Abraham, y ha fluido a través de toda la historia del pueblo de Israel hasta la fecha, y que está presente en un comentario sobre los tres ensayos sobre Moisés que atrajo mi atención. El cuestionamiento que se presenta en este, es exactamente el cuestionar el concepto de esa cosmovisión Hebrea que estamos tratando de explicar. Veamos: Después de haber querido hacer de Carl Gustav Jung el garante de un psicoanálisis desjudaizado (para demostrarles a sus adversarios que no se trataba de una "ciencia judía"), cambió de actitud, reivindicando para su movimiento una ética de la fidelidad basada en un sentimiento de pertenencia a la judeidad. Su obra sobre Moisés traducía ese cambio y su ambivalencia respecto de su propia judeidad:
“Ante la traición de los suyos, el profeta (Moisés)” controla su cólera y salva la unidad de su pueblo en nombre de una nueva doctrina a la cual se consagraría en adelante”.
Pero, ¿de qué doctrina habla? ¿En qué consiste la especificidad de ese monoteísmo judío que a lo largo de las edades induce semejante sentimiento de pertenencia, incluso aunque desaparezca cualquier huella de práctica religiosa? ¿Qué quiere decir ser judío aún cuando uno ya no profesa el judaísmo?
(Comentario: Esta cosmovisión Hebrea de pertenencia está reflejado claramente en el concepto froidiano del ello, el yo, y el superyo, derivado del concepto tripartita del hombre originalmente creado por Dios, “cuerpo, alma, espíritu”. No obstante Freud, niega el espíritu del hombre en su contexto Divino. Ver el “link” al final.
Son estas preguntas las que definen la cosmovisión del pueblo Judío, y en las que vamos a profundizar. Por cierto, les recomendamos leer el artículo “Hebreo, el lenguaje espiritual” que lo encuentras en la sección de escudriñando las Escrituras, en el archivo de “cosmovisión Hebrea”.
El sentimiento de pertenencia se origina en la decisión de Dios de escogerlos, no en la decisión del pueblo a aceptarlo. Esto es un pacto Divino de un Dios Soberano. Es por eso que el Judío que recibe a Cristo como Su salvador, no deja de ser Judío (Hebreo, Israelita), porque “Judío” significa pertenecer al Pueblo de Dios, Su Pueblo escogido. Una nacionalidad, una cultura, una civilización particular.
Esto está claramente expresado en Génesis 28:13 donde escrito está: “Y he aquí, el Señor estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy el Señor, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.
28:14 Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente.
28:15 He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho”.
Primeramente hicimos referencia que las religiones fuera de la judeo- cristiana, han sido inventadas por el hombre, porque el hombre siempre ha reconocido que todo lo que lo rodea requiere una “fuente”, un “poder” fuera de sus limitaciones como humano. Esto lo define el apóstol Pablo en el primer capítulo de Romanos versículo 19-25. Escrito está: “porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó…Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa … y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles ”.
Las dos primeras, y la cuarta, de las 7 promulgaciones de la Ley Divina, según la Biblia de referencia Thomson, confirman lo expresado en la referencia anterior:
1a promulgación escrita en la naturaleza: Salmo 19:1
2da promulgación escrita en nuestra conciencia: Romanos 2:14-16
4ta promulgación: Cristo, la Palabra Viviente. Juan 1:14
El FUNDAMENTO, la RAÍZ, el ORIGEN de la cosmovisión Hebrea es que DIOS, el Creador de todo lo visible e invisible, ESCOGE A SU PUEBLO Y HACE PACTO CON EL. Esto es lo que los hace ser un pueblo único el que por el PACTO Y PROMESA que les hizo Dios, ha podido soportar, sobrevivir y sobresalir sobre todos los sufrimientos, ataques, esclavitudes, y vituperaciones de tantos y diferentes imperios y naciones. Esta misma acción Divina, es la que se sucede en el Cristiano (Efesios 1:4) cambiando nuestra cosmovisión por la mente de Cristo (1 Corintios 2:16). Les recomiendo leer Romanos capítulos 9, 11, y 12:2; y 1Pedro 2:9,10.
La cosmovisión, esto es, ese pensar y actuar del pueblo de Israel, es la consecuencia de:
1. Su creencia en un Dios Creador (Génesis 1:1). Dios creó al hombre y a la mujer con un plan perfecto: Amar y ser amado. Todo lo creó pensando en el hombre. En Génesis 1:28 escrito está: “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”.
Su plan no lo detuvo la naturaleza pecaminosa del hombre caído. El escogió a su remanente para seguir con su perfecto plan. En Génesis 9:1 escrito está: “Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra”.
2. Ser el pueblo escogido por ese Dios creador y todo poderoso, a través de un pacto Divino. En Génesis12:1-3 escrito está:
“Pero el Señor había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”. Ver también Génesis 26:4 y 28:14 y Éxodo 2:24,25; 3:7; 6:1-7
En Éxodo 6:7 escrito está: “Y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios”.
3. Creer sin duda, que La tierra donde están fue prometida y dada por Dios a ellos, Su pueblo escogido a través de un pacto Divino (por cierto, una extensión mayor a la que tienen actualmente). En Génesis 15:18 escrito está:
“En aquel día hizo el Señor un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates…”
Escrito está en Génesis 35:10-12 : “Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre; y llamó su nombre Israel. También le dijo Dios: Yo soy el Dios omnipotente: crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos. La tierra que he dado a Abraham y a Isaac, la daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la tierra”.
Ver también Génesis 26:3; 28:15.
En Josué 1:4 al 6, escrito está:
“Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio.
Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé”.
4. Que el idioma que hablan, Hebreo, es el idioma que Dios escogió y lo hizo para hablar con Su pueblo, y el que usó para dictar a Moisés La Ley. De otra forma, no tendrían sentido el significado de los nombres en Hebreo (Ver el artículo “Hebreo, El lenguaje Espiritual” en la Sección de Escudriñando las Escrituras, archivo “Cosmovisión hebráica”).
Aún los “eruditos linguísticos”, empezando con el más famoso, Chomsky, han concluído que no existen idiomas primitivos: ninguna lengua humana tradicional tiene una gramática rudimentaria o un vocabulario desigual simplemente, por la necesidad de tener comunicación. Noam Chomsky y el trabajo generativo siguiente ha aportado fuertes evidencias de que todas las lenguas humanas poseen una estructura profunda en común; esas estructuras son compartidas por todos los idiomas humanos, a pesar de sus diferencias superficiales.
Esto es muy importante pues nosotros sabemos que fue en la Torre de Babel que el Señor creó las diferentes lenguas como consecuencia a la soberbia de Nimrod de alzarse como un dios y no cumplir con la ordenanza del Señor de “multiplicarse y llenad la tierra” (Gén 1:28, 9:1, y 11:1-9).
Una teoría muy polémica expuesta por lingüistas comparativos, tales como Joseph Greenberg y Merritt Ruhlen, propone que todos los idiomas humanos descienden de un solo antecesor común, el Lenguaje del Proto-Mundo. La Biblia confirma esto tal como está escrito en Génesis 11:1 y 6 “Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras”.
Comentario: “La Biblia siempre confirma la verdadera esencia de los descubrimientos científicos cuando estos son correctos, por mucho que algunos, falsamente, quieran dirigirlas a sus especulaciones humanistas”.
Esos partidarios también tienden a aceptar la hipótesis del origen único de los seres humanos, y esperan que la hipótesis sobre la distancia genética humana confirmará sus especulaciones lingüísticas
(Claro, Amén!! Así está escrito: Adán y Eva y una sola lengua). Desde luego, esto lo extrapolan a sus especulaciones que toda la humanidad y lengua se originó en África.(Vean los videos y los artículos sobre el origen de la humanidad y sobre fósiles, en nuestro sitio).
Por lo anterior, preguntamos: ¿No es esto suficiente para entender, les guste o no a las naciones de la tierra, que el pueblo Judío es un pueblo especial? Por otro lado, ¿Entender por qué el mundo dominado por Satanás lo quiere “borrar de la tierra”? Su tierra, la nación de Israel de 470 KM de largo y 135 KM en su parte más ancha, donde más de la mitad de su superficie es árida, es la extensión que tantas naciones poderosas, en vano, han deseado y desean poseerla, exterminando a sus habitantes, el pueblo de Israel. Cabe aquí recordar aquél viejo dicho acerca de “ Ser la manzana de la discordia”.
Resumiendo: La cosmovisión Hebrea no es más que el pensamiento de Dios en el corazón del hombre, esto es, la misma cosmovisión Bíblica… Su Palabra en nuestro corazón.
Cito de un comentario:
“Para los hebreos, el mundo es abierto. Surge de una creación y culmina fuera del tiempo; la esencia del hombre bíblico adquiere toda su configuración en el contexto de la fe religiosa. La esencia es, por lo tanto, una experiencia existencial: es un caminar teniendo la seguridad de una promesa. Es un estar abandonado sabiendo que en el abismo de la soledad, la gracia y la misericordia del Señor está presente”.
Esta cosmovisión en nuestro vivir Cristiano, está expresada en 1 Corintios 2:16. Escrito está:
“Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo”.
Que quede claro, que en ningún momento ha sido nuestra intención “judaizar” a nadie. Todo nuestro interés es transmitir nuestra convicción del cuidado y trascendencia de una correcta interpretación bíblica y de la absoluta veracidad de la Biblia, y lo importante de entender el origen del la cosmovisión hebrea y la importancia del idioma Hebreo para un buen entendimiento de la Palabra de Dios.
Con este fundamento, empezaremos a analizar los primeros 11 capítulos del Génesis en el contexto Bíblico.
Notas:
1) Elohim - (Génesis 1:1) es un sustantivo común plural intensivo que significa muy poderoso. En esta primera acepción ha sido siempre traducido como Dios. Pero, Elohim expresa una pluralidad intensiva que el vocablo Dios no alcanza a transmitir.
Hijo - (Juan.1:1-4) Verbo = Logos.- Su significado es palabra y en sus 275 registros se refiere, o bien a la expresión sonora y articulada del pensamiento o a la palabra revelada por Dios en la Escritura, predicada en el mundo. No obstante, dentro de estos tres grupos de registros, hay tres en los que logos hace referencia directa, no a una palabra, sino a una persona, eso es a Jesús el Unigénito Hijo de Dios, el Mesías de Israel.).
Espíritu Santo - (1 Juan 5:7) “Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno”. (Espíritu = Pneúma.- Pneúma al igual que Theos, es sustancialmente un nombre propio. Como regla general, el artículo está presente cuando el tema de la enseñanza en la personalidad del Espíritu Santo.)
2) Freud y el espíritu http://www.tuanalista.com/Sigmund-Freud/963/XXIV-PSICOTERAPIA-%28TRATAMIENTO-POR-EL-ESPIRITU%29-pag.2.htm
3)Les recomendamos leer las obras de Josefo, o un pequeño libro sobre “Usos y costumbres de los judíos en tiempos de Cristo” de Alfred Edersheim, entre muchos otros.
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa (Gr. Orthotomoúnta = cortando correctamente) bien la palabra de verdad. 2 Timoteo 2:15 (VRV60)