Kairos, el tiempo perfecto de Dios
Por Celia Casalengua
El filósofo Willian James afirmó que la más grande utilidad de nuestra vida es emplearla en algo que dure más que ella.
Aprovechando bien el tiempo, dice en Efesios 5:16. Pero ¿ qué es el tiempo ?. La vida se compone de tiempo y de momentos. Yo soy una persona que no me gusta perder el tiempo, pero muchas veces y de manera inevitable se te escapa de las manos. El tiempo es un bien, que se puede invertir o gastar. Pero no puede guardarse; debe ser empleado.
Cuando hablamos de ” tiempo” en griego encontramos dos palabras: Cronos y Kairos. El tiempo secuencial y cronológico deriva de cronos. Es el tiempo humano, vital. El tiempo de Dios es Kairos y significa momento oportuno. El tiene un tiempo para cada cosa. Jesucristo era consciente de que había un calendario divino que controlaba los hechos de su vida ( Juan 7:6; 12:23,27; 13:1; 17:1 ).
Yo soy una persona muy impaciente y me cuesta esperar el kairos, el tiempo oportuno de Dios. Si, he podido comprobar en mi vida que las cosas no ocurren cuando nosotros queremos, Dios tiene el momento perfecto, oportuno y a veces es, cuando menos lo esperas. No se puede planear, pero si debemos estar en comunión con Dios, para saber aprovecharlo y apreciarlo. Yo nunca había planeado comprarme un departamento, porque no estaba dentro de mis posibilidades. Pero cuando llegó el kairos de Dios, me guió, empujó y proveyó los medios para hacerlo, de una manera que jamás habría imaginado. Lo he visto también en decisiones más pequeñas, como por ejemplo cuando era el momento oportuno de arreglarme una pieza dental, casi me da vergüenza compartir los detalles más pequeños, pero he disfrutado mucho viendo a Dios obrar en cosas insignificantes para muchas personas, pero que para mi no lo eran. Tristemente también tengo que decir que en otras ocasiones, me adelanté a Dios, me equivoqué y estropee las cosas que podían haber sido y no fueron por mi impaciencia. Por eso le pido a Dios sabiduría para discernir los tiempos como dice en Eclesiastés 8:5. Y la paciencia para esperar el tiempo perfecto de Dios; porque: ” En Sus manos están mis tiempos”. Salmo 31:15