Celacanto, siempre Celacanto...
Los evolucionistas pensaron en algún momento que el pez llamado Celacanto había sido un animal del cual evolucionaron después las aves y los animales terrestres antes de extinguirse por completo hace 65 millones de años. Pero el descubrimiento de un Celacanto vivo en 1938 con exactamente las mismas características y rasgos que los mostrados en los fósiles hicieron que se abandonara la idea de considerar a este pez como una forma transicional dentro del árbol evolutivo. También, este hallazgo resaltó el problema de la estasis – los Celacantos siempre han sido Celacantos.
Algunos científicos evolucionistas intentan sacarle la vuelta al problema de la falta de cambios a través del tiempo en alguna especie animal, conocido como estasis, llamándola “estasis evolutiva”, haciendo referencia a varias especies como ciertos crustáceos o especies de hormigas que han vivido hasta 100 millones de años (según sus escalas) sin cambio alguno (1). Sin embargo, la definición de evolución implica cambios en forma y función a través del tiempo y, dado que estasis significa cero cambios a través del tiempo, el término “estasis evolutiva” no tiene ningún sentido.
Ahora un nuevo problema con los Celacantos surge para los evolucionistas: el descubrimiento del cráneo Celacanto más antiguo en Yunnan, China, dentro de un estrato correspondiente al periodo Devónico antiguo (Early Devonian). Este descubrimiento “extiende el rango cronológico de la anatomía del Celacanto moderno en unos 17 millones de años”.
La verdad es que todos los estratos de roca que contienen fósiles de Celacanto datan del Diluvio narrado en Génesis que sucedió hace aproximadamente 4,500 años. Los creacionistas bíblicos tenemos a nuestra disposición la misma evidencia que los evolucionistas. Mismas rocas, mismos fósiles, pero diferente interpretación. Nosotros tenemos la correcta estructura de la historia del mundo, la que proviene de la Biblia.
Basado en: Once a Coelacanth, always a Coelacanth. Creation Magazine 34(4) 2012. Pag. 8.
Earliest known Coelacanth Skull extends the range of anatomically modern coelacanths to Early Devinian, Nature Communications 3(4): Article#772, doi:10.1038/incomms1764, 10 de Abril, 2012.