El Aumento y la Caída de la Inteligencia Humana

Nuestro mundo tiene tal avance tecnológico con teléfonos inteligentes, computadoras y naves espaciales que es fácil y común pensar que somos mucho más inteligentes que nuestros antepasados de hace cientos o miles de años. De hecho, la mayoría de la gente piensa que quienes vivieron en civilizaciones pasadas eran primitivos.



Contrario a este mito un estudio reciente de la publicación Intelligence del mes de Mayo indicó que la inteligencia humana se encuentra de hecho en declive. Los investigadores Michael A. Woodley, Jan te Nijenhuis y Raegan Murphy analizaron los resultados de 14 estudios de reacción visual llevados a cabo entre 1889 y 2004. De acuerdo con los investigadores, el tiempo de reacción visual se correlaciona fuertemente con la inteligencia de la persona. Ellos concluyeron que el Coeficiente Intelectual (IQ por sus siglas en inglés) ha declinado a una razón de 1.16 puntos por década ó 13.35 puntos desde los primeros estudios disponibles llevados a cabo en la era Victoriana.

Muchas personas (incluyendo a algunos autollamados cristianos) han adoptado el punto de vista de la evolución que presume una inteligencia en aumento. Pero solamente un vistazo a los restos arqueológicos revela que nuestros antepasados eran muy inteligentes tal como lo demuestran numerosas evidencia como, por nombrar una, las grandes proezas arquitectónicas como las Pirámides o Stonehenge.

La Biblia, que contiene un relato verdadero y confiable de la historia del mundo, revela que los humanos eran sumamente inteligentes desde sus inicios. Lo vemos en Adán quien nombró a todos los animales en un solo día, la invención de los instrumentos musicales y de la metalúrgica (Génesis 4:19-22) y la construcción del arca en tiempos de Noé, entre otros.

Tiene sentido que Adán, a quien Dios creó perfecto, tuviera un cerebro al menos tan capaz como el de un hombre “moderno”, y muy probablemente mucho más capaz. Pero cuando el pecado entró en el mundo, aquella creación a la que Dios reconoció como “buena en gran manera” fue corrompida. Hoy, vemos grandes inventos, pero tienen que ver más con la acumulación de conocimientos que con un incremento en la inteligencia.

Dios dotó a los humanos de inteligencia desde el principio para que pudieran conocerle y comunicarse con Él, así como para ser mayordomos y administradores de la creación. Cualquier capacidad mental que podamos tener, tiene el único fin de servir al Creador y de proclamar Su grandeza y Su amor para con otros.


Traducido de: “Rise and Fall of Human Intelligence”. Answers Magazine Vol. 8, No.4 Oct-Dic 2013, página 11.

http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0160289613000470

NOTA: Ver también en la misma sección y archivo “Los humanos…menos inteligentes”.