Nuestro Sistema Solar: Venus

Durante miles de años la gente ha disfrutado de ver a la “estrella de la tarde” brillando fuertemente sobre el cielo occidental poco después de ocultarse el sol. Brillando aún con más intensidad que todas las demás estrellas, este faro aumenta su esplendor conforme el atardecer se convierte en noche. Venus empieza a levantarse cada noche sobre el cielo deteniéndose en un momento para empezar a retroceder hasta desvanecerse en el horizonte. Pocos momentos después, reaparece justo antes del amanecer en el cielo oriental como la brillante “estrella de la mañana”.

¿Qué pensaban los astrónomos de épocas antiguas sobre este magnífico cuerpo celeste y sobre su danza peculiar? Después de todo le llamaron “Venus” (1) como la diosa romana del amor y la belleza.

Propiedades físicas

En nuestros tiempos, y teniendo acceso a la tecnología moderna, hemos aprendido mucho acerca de Venus. No se trata de una estrella, sino de un planeta – un pequeño mundo rocoso que brilla sólo por reflejar la luz del sol (2). De hecho, Venus tiene aproximadamente el mismo tamaño que la Tierra (3). Así que, cuando vemos a Venus, es interesante considerar que del mismo tamaño de ese pequeño punto se apreciaría nuestro planeta desde la superficie de Venus.

La composición de Venus también es similar a la de la Tierra, y su órbita es la más cercana a la nuestra de entre todos los demás planetas. Por estas razones Venus es comúnmente llamada “la hermana de la Tierra” o “la gemela de la Tierra” (4). Pero existen muchas más diferencias que similitudes.

Un estudio detallado de la superficie de Venus ha resultado ser un reto considerable porque Venus se encuentra permanentemente cubierta de densas nubes de ácido sulfúrico y de dióxido sulfúrico tóxico, ocultando todas las características de la superficie del planeta. La atmósfera se compone principalmente de dióxido de carbono y es la atmósfera más densa de los así llamados planetas terrestres. En la superficie, Venus tiene un presión de aire devastadora que es 92 veces mayor que la de la Tierra. Esta densa atmósfera sirve como una cobija que atrapa la energía solar calentando el planeta a temperaturas inimaginables. Y dado que Venus orbita 26 millones de millas más cerca del Sol que la Tierra, Venus recibe el doble de energía solar. El efecto invernadero causa que la superficie de Venus alcance temperaturas de hasta 900 grados Fahrenheit (480 grados Celsius), la mayor temperatura de cualquier planeta en nuestro Sistema Solar.

En 1990, la sonda espacial Magellan de la NASA fue puesta en órbita alrededor de Venus y empezó a mapear sistemáticamente su superficie utilizando un radar. Dado que el radar no puede ser bloqueado por nubes, Magellan pudo mapear la topografía del planeta con un detalle sin precedentes. La misión de cuatro años reveló que Venus tiene características geológicas similares a las de la Tierra, incluyendo montañas, valles, cañones, volcanes, flujos de lava, cráteres y planos. Venus tiene también dos grandes “continentes”: Ishtar Terra y Aphrodite Terra. Pero, dado que no existe agua líquida en Venus, estos continentes solamente pueden ser reconocidos por sus altas elevaciones.

Venus tiene también características geológicas que no se encuentran en la Tierra tales como aracnoides, novae, tesserae, coronas y domos de pastel. Los aracnoides son regiones donde el terreno ha sido doblado y roto en estructuras que asemejan una tela de araña. Las novae son “centros fracturados radialmente” de entre 60 y 200 millas de diámetro. Sesenta y cuatro novae han sido descubiertas en Venus (5). Las tesserae son terrenos rugosos complejos que se encuentran en planos. Las coronas (6) son estructuras geológicas en forma ovalada las cuales se piensa son producidas por lava que hace que la superficie se levante para luego colapsarse en el centro, formando un anillo similar al de una corona. Los domos de pastel son similares a los volcanes en escudo de la Tierra, como el Mauna Loa en Hawaii. Sin embargo, estos domos son más planos y más anchos que sus contrapartes terrestres. Venus no tiene lunas y virtualmente tampoco campo magnético.

La presencia de tales similitudes, aún con tales diferencias, es consistente con la naturaleza de Dios. Dios es la fuente de la creatividad y ha creado una gran diversidad de objetos en el universo, por tanto existen muchas similitudes debido a que todo el universo ha sido creado y continúa siendo mantenido por el mismo Dios. Tal gama de similitudes y diferencias puede ser vista en el mundo biológico, en el mundo de las partículas físicas, y aún en el mismo Sistema Solar. Pero, desde el punto de vista secular, ¿cómo puede alguien entender todo esto? La Tierra y Venus son casi idénticos en tamaño, forma y hasta tienen órbitas similares. ¿Cómo puede ser la hermana de la Tierra tan diferente de la Tierra? Aunque existen muchas especulaciones al respecto de parte de quienes no creen en un Creador, desde un punto de vista bíblico, tal diversidad es esperada.

Un día en Venus.

Venus tiene la órbita más circular que cualquier otro planeta del Sistema Solar. Su inclinación axial es de sólo tres grados, por lo que no hay estaciones en Venus. Dado que orbita más cerca del Sol que la Tierra, la órbita de Venus es más rápida y completa un ciclo en tan solo 7.4 meses terrestres. Sin embargo, su día es mucho más largo que el nuestro. Venus rota una vez cada ocho meses, así que su día es de hecho, más largo que su año. Este es el día sideral – la rotación de Venus con respecto a las estrellas (6). Lo que es aún más intrigante es que Venus rota en sentido contrario. Los ocho planetas del Sistema Solar orbitan al Sol en sentido contrario a las manecillas del reloj, visto desde el polo norte del Sistema Solar. La mayoría de los planetas también rotan sobre su eje en el mismo sentido contrario a las manecillas del reloj, pero Venus es la excepción. En Venus, el Sol se levanta en el Oeste y se oculta en el Este – aunque sería muy difícil apreciar el Sol con tan densas nubes.

Los científicos seculares no tienen buenas explicaciones sobre la rotación extraña de Venus. En sus escenarios, el Sistema Solar supuestamente se formó por el colapso de una Nebulosa rotatoria. La expectativa de esta creencia es que todos los planetas rotaran en la misma dirección, con velocidades similares y con poca inclinación. Venus es el peor ofensor a esta creencia, pues su rotación es completamente opuesta a lo que se esperaría por esta creencia evolucionaria. Pero, nuevamente, esperaríamos tal diversidad desde un punto de vista bíblico.

La rotación en sentido contrario de Venus ocasiona que su día solar sea mucho más corto que su día sideral – lo cual es un fenómeno único en el Sistema Solar. Recuerda que el día solar es el tiempo promedio de un amanecer al siguiente visto desde la superficie del planeta (en la Tierra son 24 horas). Esto es diferente (y normalmente mayor) al día sideral, porque los planetas orbitan al Sol y no a las estrellas. Pero, dado que Venus rota en sentido opuesto, su día solar se reduce a tan sólo 3.8 meses. Extrañamente, esto es menor al día solar en Mercurio, aún y cuando Venus físicamente rota más despacio que Mercurio.

Fases y la Naturaleza del Sistema Solar

Venus es un excelente objeto de estudio para los principiantes con el telescopio. Su brillo lo hace fácil de encontrar, y su tamaño y proximidad con la Tierra ayudan a que los observadores puedan discernir su forma aún con un telescopio sencillo y no costoso. Aunque las nubes de Venus impiden observar las características de la superficie, los observadores podrán inmediatamente notar que Venus tiene fases; no se encuentra uniformemente iluminado sino que aparece más brillante en un lado que en el otro. Algunos observadores lo describen como una pequeña luna sin cráteres, pues la Luna es el otro objeto que reconocemos inmediatamente por tener fases. Así como la Luna, Venus pasa por las fases nueva, creciente, cuarto, gibosa y llena. Y, al igual que la Luna, estas fases demuestran al observador que Venus es un cuerpo esférico y no plano. Sin embargo, existen tres diferencias en las fases de Venus con respecto a las de la Luna.

Primero, la Luna toma casi un mes en pasar por todas sus fases, mientras que a Venus le toma 19 meses. Dado que Venus orbita el Sol más rápido que lo hace la Tierra, físicamente rebasa a la Tierra cada 19 meses. Esto se conoce como el periodo sinódico de Venus. Dado que la fase de Venus vista desde la Tierra depende de las posiciones relativas de la Tierra, Venus y del Sol, las fases se correlacionan con el periodo sinódico.

Segundo, mientras que la Luna permanece aproximadamente con el mismo tamaño aparente al pasar por sus distintas fases, Venus no lo hace. Venus aparece más pequeña en su fase gibosa (casi llena) y aparece muy grande en su fase creciente (7). Esto es porque Venus orbita al Sol, no a la Tierra. Por esto, cuando Venus se encuentra casi entre el Sol y la Tierra y nosotros vemos solamente una pequeña porción plateada del lado iluminado, Venus se encuentra cerca del día. El Sistema Solar geocéntrico, o centrado en la Tierra, predice que Venus aparecerá solo como creciente. El modelo heliocéntrico, o centrado en el Sol, puede interpretar de manera distinta las fases de Venus y su correlación con su tamaño aparente.

Finalmente, las fases de Venus (y también las de Mercurio) se encuentran invertidas con respecto a nuestra Luna. En otras palabras, cuando la Luna está iluminada en su lado derecho (hacia el hemisferio occidental) aparecerá más brillante en las noches siguientes pues se encuentra en su fase creciente. Pero cuando Venus se encuentra iluminada en su lado derecho aparecerá menos iluminada en las semanas subsecuentes pues se encontrará en su fase menguante. Tanto Venus como la Luna orbitan en la misma dirección, ¿cómo entonces puede suceder esto? La diferencia es porque Venus orbita al Sol, mientras que la Luna orbita a la Tierra. Así que cuando la Luna se encuentra entre la Tierra y el Sol, se mueve hacia la izquierda (en dirección  al este). Pero cuando Venus se encuentra entre el Sol y la Tierra, se mueve hacia la derecha (en dirección al oeste).

Desde nuestra perspectiva en la Tierra, Venus sobresale como un punto de gran luz, superior en esplendor y en luminiscencia. Venus es mencionado en la Escritura como la “estrella de la mañana” donde su brillo y esplendor son usados como un símbolo (8) del Señor Jesucristo (Apocalipsis 2:28; 22:16). Ninguna otra estrella del cielo nocturno compite con Venus desde la perspectiva terrestre y permanece en el cielo como una señal más de la belleza y gloria de nuestro Señor.

Referencias

1. Venus es el segundo objeto más brillante en el cielo nocturno. Solamente la Luna es más brillante.
2. Venus no es una estrella en el sentido moderno de la palabra. Sin embargo, el término antiguo para estrella (la palabra griega “aster” o la palabra hebrea “kowkab”) incluye tanto a estrellas como planetas. Un planeta es entonces una estrella errante, o estrella que se mueve en relación a la mayoría de las estrellas fijas.
3. Venus tiene un diámetro del 95% del tamaño del diámetro de la Tierra.
4. Aunque tienen el mismo Padre (Santiago 1:17), no pueden ser “gemelos” porque la Tierra es tres días mayor que Venus (Génesis 1:1, 14-19).
5. Krassilnikov, A.S. y J.W. Head. 2003. Novae on Venus: Geology, Classification, and Evolution. Journal of Geophsysical Research: Planets (1991-2012). 108 (E9): 1-48.
6. Ver el artículo de Mercurio para más información sobre los días solares y siderales.
7. Este efecto es también visible en Mercurio por la misma razón. Sin embargo, el efecto es mucho menos visible en Mercurio pues su distancia con respecto a la Tierra no varía mucho. También, Mercurio es mucho más pequeño que Venus y más cercano angularmente al Sol, lo cual hace las observaciones de su diámetro aparente más complicadas.
8. En algunas traducciones, Lucifer es también llamado “estrella de la mañana” en Isaías 14:12. Pudiera molestar a algunos que el mismo símbolo que es usado para el Señor Jesucristo se utilice también en Isaías 14:12 para referirse al enemigo, pero el pasaje indica solamente que Lucifer fue uno de los ángeles más gloriosos antes de rebelarse. Satanás siempre intenta usurpar el lugar de Cristo en muchas maneras. Por ejemplo, el Señor es llamado el León de Judá (Apocalipsis 5:5) y el enemigo se mueve como león rugiente (1ª Pedro 5:8). Note por favor que la palabra “estrella” no aparece en Isaías 14:12. “Hijo de la mañana” es una traducción más literal del texto original.

Adaptado de: Lisle, J. 2013. The Solar System: Venus. Acts & Facts. 42 (9): 10-12.