Un diseño asombroso en la química del embarazo

El inicio de un embarazo presenta una aparente contradicción. Las mujeres que ovulan y las madres que inician su embarazo experimentan un incremento en progesterona. Por un lado, esta hormona le indica al sistema inmunológico que debe bajar la guardia. Esto es crítico, pues de otra manera el cuerpo de la madre rechazaría y mataría las células del esperma como si fueran invasores extraños por lo tanto la madre nunca quedaría embarazada.
Por otro lado, la progesterona reduce los niveles de colesterol en el cuerpo. Mucha progesterona impediría el desarrollo del bebé, el cual requiere colesterol. ¿Por qué es que una acción promovería y prevendría un mismo resultado? Dos biólogos evolucionistas de la Universidad de California creen que han encontrado la respuesta.
Los científicos publicaron en la edición de Junio 2013 de The Quarterly Review of Biology que encontraron que muchas infecciones, causadas tanto por virus como por bacterias, dependían o se fortalecían de acumulaciones de lípidos ricos en colesterol ubicados en las membranas de las células (1). Los invasores se adhieren a estos lípidos usándolos como puertas para accesar e infectar a las células provocando la infección.
Normalmente, el sistema inmunológico de la mujer provee suficiente protección de tales patógenos, pero cuando sus niveles de progesterona aumentan, su sistema inmunológico se debilita haciéndola más susceptible a la enfermedad mientras que al mismo tiempo la hace más susceptible al embarazo. Por otro lado, al disminuir también los niveles de colesterol al mismo tiempo que disminuye la respuesta inmune el cuerpo de la mujer, disminuye la cantidad de puertas disponibles para los invasores potenciales, mientras que ella y el bebé quedan protegidos.
Durante el primer trimestre del embarazo el bebé es tan pequeño que su mayor necesidad es la de una madre saludable. Hacia el final del embarazo, los niveles de progesterona disminuyen permitiendo así que el sistema inmune de la madre y el requerimiento de colesterol del pequeño bebé lleguen a niveles adecuados y al ritmo correcto.
Los biólogos escribieron: “La modulación del colesterol parece estar delicadamente programada durante toda la duración del embarazo manteniendo adecuadamente el balance requerido tanto para el combate a patógenos así como para la construcción del tejido fetal. ¿Cómo surgió tan precisa coordinación?”.
El artículo publicado por los biólogos explica que surgió como “una adaptación de segundo orden seleccionada por la creciente vulnerabilidad a la infección como consecuencia inherente del papel de la progesterona en la tolerancia inmune de la madre al pequeño bebé”.  ¿Quieren decir los autores que el riesgo a la enfermedad literalmente seleccionó el finamente coordinado aparato hormonal completo, con toda su habilidad para, temporalmente pero con gran precisión, administrar la producción de ciertos productos bioquímicos como el colesterol?
Tal afirmación no es de ninguna manera científica, a menos de que se pueda medir, de alguna manera, los resultados de la “vulnerabilidad a la infección” en un ser vivo que no cuenta aún con sistema endocrino debido a que aún se encuentra evolucionando. Claro está que tales pruebas no se pueden llevar a cabo dado que todos los seres vivos como los animales, por ejemplo, están completos contando con los sistemas endocrinos que su cuerpo necesita. Los investigadores simplemente fueron testigos de la increíble fisiología con la que los cuerpos de las madres ya cuentan.
¿Cómo es que el origen de la perfecta coordinación de un sistema endocrino y sus procesos interdependientes puede atribuirse a la necesidad del mismo sistema de combatir la enfermedad? ¿Y cómo pudo este sistema haber construido y diseñado sus propias estrategias complejas para el combate a patógenos y cuidado del feto sin la intervención de inteligencia externa? El artículo no aborda estas importantes preguntas.
Debido a que este sistema particular del cuerpo humano es claramente el producto de un diseño intencional, debiera ser El Creador y no la naturaleza, quien se lleve el mérito y reciba la gloria por haber inventado semejantes hormonas “delicadamente programadas” para la reproducción humana. Al describir este nuevo aspecto de la fisiología materna, los científicos evolucionistas simplemente revelan una maravilla más a la que el salmista hace referencia al afirmar que las obras de nuestro Dios son maravillosas (2).
Referencias
Amir, D., and D.M.T. Fessler. 2013. Boots for Achilles: Progesterone's Reduction of Cholesterol Is a Second-Order Adaptation. The Quarterly Review of Biology. 88 (2): 97-116.
Salmo 139:13-15.

Adaptado de: Brian Thomas “Amazing Design in the Chemistry of Pregnancy” http://www.icr.org/article/7666/.